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Las peliculas vencedoras de 2009.




Ni las mejores ni nuestras favoritas, simplemente las ganadoras.
En los Goya, Camino.
En Venecia, Lebanon.
Berlin, La teta asustada.
Sundance, Precious.

Y las dos más destacadas. Slumdog Millionaire con el Oscar y el Globo de Oro en el bolsillo, y La cinta blanca, ganadora en Cannes y en los Premios de Cine Europeo.

La regla del juego de Jean Renoir.


Ficha técnica y sinopsis. Portada del programa de mano.


“Tan simple y tan laberíntica, tan cándida y tan enfadada, tan inocente y tan peligrosa, que usted  no puede simplemente mirarla, tiene que absorberla.”
Roger Ebert. Chicago Sun-Times

“Yo aprendí las reglas del juego de La regla del juego
Robert Altman

Prohibida, censurada, cara y vapuleada en taquilla, parecía condenada al olvido cuando durante la segunda guerra mundial se perdía el negativo original de la película. Tras la restauración conseguida en los sesenta, cuesta darse cuenta de que una película tan liviana, alegre y aparentemente inocente fuera tan maltratada y manipulada cuando se estrenó.

La película toma la forma de una partida de caza en una casa de campo, en la cual mujeres y maridos, amantes y adúlteros, señores y criados, van apareciendo en los diferentes dormitorios y fingen, como si de un baile de máscaras se tratara, que ellos son los representantes idóneos de una sociedad perfectamente ordenada.

1939 esta considerado por muchos como el mejor año en la historia del cine: La diligencia de John Ford, renacimiento y cumbre del cine del oeste, un género que aunque parezca mentira en ese momento se consideraba desfasado. El mago de Oz, la película mas vistosa y fantasiosa que jamás se había visto. Lo que el viento se llevó, un melodrama épico crepuscular de alta alcurnia que nunca antes se pudo concebir. Solo los ángeles tienen alas, una de las cimas incontestables de la filmografía de Howard Hawks. En definitiva, una vorágine que consagró la capacidad narrativa del cine y que todo el mundo anhelaba ver. 

La regla del juego supone un salto en el vacío respecto al estallido hoollywoodiense que se proclamaba en aquel momento. Como sátira de las clases altas de un país al borde de la Segunda Guerra Mundial se inspiraba de manera evidente en la obra de teatro de Alfred de Musset Los caprichos de Mariana, popular comedia costumbrista del siglo XIX. Probablemente, el propio Jean Renoir, al igual que le pudiera pasar a Cervantes con su Quijote, no se llegó a hacer una idea de la repercusión de su película como obra de arte universal.

El aspecto alegre y vitalista de la película envuelve un trasfondo triste y pesimista. Todos los personajes se convierten en victimas y jueces, todos se atrincheran en una razón que justifique su destino y su posición, y todos acaban encontrándose con sus males tarde o temprano.

Sin embargo, los contrastes no solo se encuentran en el contenido, sino también en las formas. Encontramos elementos realistas y dramáticos con otros más disparatados, comedia con melodrama, momentos de gran espontaneidad muy al estilo de la posterior 'Nouvelle Vague', cambios de tono u homenajes teatrales... En definitiva una riqueza de estilos que le da ese valor de obra totalmente transgresora.

Renoir admitió que escribió y reescribió la película varias veces, abandonando totalmente sus intenciones originales, habiendo atestiguado reacciones que no había previsto en la interacción con los actores. Da la sensación de que los personajes no hacen lo que se espera que hagan, lo que requería una gran labor de dirección de actores. Generar esa sensación de improvisación queda dentro de unas intenciones ya previstas.

Jean Renoir desdibuja las convenciones narrativas y reinventa el lenguaje cinematográfico en esta película, dando pie a una representación coral, ensamblada con poso y sutileza dentro de una acción que transcurre en múltiples vías. La película sobrepasa muchas veces los límites del propio plano, no se reduce a lo que vemos, sino que mediante la representación de múltiples tramas paralelas se genera una sensación de vida y expectación alrededor de lo que se muestra. La dotación de protagonismo a la profundidad de campo se fortalece durante las situaciones que continúan filmándose en primer plano. El uso de la cámara con respecto al espacio y el tiempo de la acción es fundamental, teniendo en cuenta lo lejos que todavía estaba la aparición del 'steadycam' en los años 70. Por poner un ejemplo de la impresión que causó, resulta realmente sorprendente la ingravidez de la cámara en los elaborados planos-secuencia que hay durante toda la película.

El estilo de Jean Renoir ha tenido un gran impacto sobre numerosos cineastas a nivel universal. No cabe duda de que en Europa su repercusión fue mayor, sobretodo en Italia y Francia, pero grandes cineastas del otro lado del charco como John Ford u Orson Welles tampoco escatimaban en halagos hacia ella. Un ejemplo claro de la influencia de La regla del juego se pudo ver en la era moderna del cine, gracias a Robert Altman, cuya Gosford Park (2001) copia muchos de los elementos de su argumento. Las historias de aristócratas y criados en una determinada cultura y país, mezcladas en una trama con elementos criminales u homicidios, siguen motivando de forma recurrente las ideas de los cineastas modernos.

La regla del juego se suele citar como una de las mayores glorias que nos ha dado la historia del cine. Sin ir más lejos, una encuesta elaborada por el British Film Institute entre críticos, cineastas y académicos de todo el mundo la alineó como la tercera mejor película de la historia, situada justo detrás de Ciudadano Kane (Orson Welles; Citizen Kane, 1941) y Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958).

Toni Cristóbal

Viridiana de Buñuel.


Ficha técnica y sinopsis. Portada del programa de mano.
    Franco no era tonto. Sabía, como saben todos ustedes casi cincuenta años después, que Buñuel era y es máximo exponente de la cultura hispano-americana. Por eso querría que su nombre volviera a ser vinculado con nuestro país – y de paso mostrar internacionalmente cierta apertura del régimen - y le invitó a rodar de nuevo en nuestras tierras. Lo que el Caudillo no sospecharía por aquel entonces es que el tiro le saldría por la culata muy escandalosamente, hasta el punto de que Viridiana fue censurada en nuestro país durante dieciséis años desde su rodaje, siendo finalmente estrenada después de la muerte del dictador. 
 
Como católico, apostólico y romano, razones no le faltaban a Franco para sentir que Buñuel había aprovechado la ocasión para lanzarle una daga directa al corazón. Viridiana es un ataque frontal a los principios de la caridad cristiana y una sátira sobre la gratitud y la honestidad humanas. Ancianos, jóvenes, seductores, monjas, gentes de alta alcurnia y de la más baja ralea… Buñuel nos convierte a los espectadores en el pelotón de ejecución de estos personajes cargados de instintos e intenciones, que se emparentan con los burgueses convertidos en salvajes de El ángel exterminador o aquella madre en Los olvidados que comienza a interesarse por su hijo cuando ya es demasiado tarde. 

Buñuel no quiere que el espectador deje títere con cabeza y revuelve los cimientos de la moral y la ética para mostrar un discurso en el que se desconfía de las apariencias y en el que se clama que el ser humano construye su moral respecto a las circunstancias y sus conveniencias pero que su naturaleza siempre está intacta y no se muestra escarmentado, ni agradecido. Pese a que los sirvientes son los habitantes de más baja clase de la casa, se comportan peor que los señoritos en cuanto tienen la ocasión. Es impagable y esclarecedora esa escena en la que vemos a dos perros que andan atados a un carro en el que los pobres van cómodamente sentados. En Viridiana también se discute la solidaridad como algo hipócrita, como un acto de expiación, un argumento que no sólo sigue vigente sino que es de flamante actualidad gracias a la aparición de una nueva generación de clases altas que han impuesto la moda de ayudar al desfavorecido. 


Como buen surrealista, Buñuel es un iconoclasta arrollador. La corona de espinas se convierte en un objeto fetichista en la maleta de Viridiana. Una navaja se dobla en forma de cruz cristiana. Y cómo no recordar una de las escenas más burlonas de la historia del cine: los pobres recreando durante una bacanal el cuadro de La última cena de Da Vinci, estampa en la que el pobre más miserable de todos toma el rol de Jesucristo. 

Estos componentes causaron un brutal revuelo en el Vaticano, que con un artículo muy crítico con la película, publicado en L’Osservatore Romano, provocó su censura también en Italia. Buñuel también fue muy atacado por los exiliados republicanos, muchos de ellos amigos y compañeros suyos, por volver a la España franquista para trabajar. Lo que quizás no esperaban es que Buñuel tendía una mano a su enemigo para abofetearle con la otra. 
 
Aparte de la diferenciación que pretende hacer Buñuel entre las intenciones cristianas y la realidad pura y dura y el jocoso análisis sobre la naturaleza humana dentro de las clases sociales, en el aspecto más cinematográfico hay que reconocerle una gran capacidad de pasar del drama a la comedia más negra en cuestión de momentos. Buñuel logra no caer en el tópico común de juzgar o ser condescendiente con sus personajes. Simplemente nos muestra sus desavenencias, pero no aporta unas mayores cualidades a ningún protagonista. De hecho, los personajes son cómicos – que no caricaturizados - y la historia parece transcurrir con cierto humor con tufo a campechano, pero son aquellos momentos en los que la película parece alcanzar la astracanada en los que podemos extraer una crítica más feroz hacia las condiciones de los personajes. 


Cartelera.


Match Point de Woody Allen.


Ficha técnica y sinopsis. Portada del programa de mano.

 "Escribí el guión y fue bueno inmediatamente. Necesitaba a Scarlett Johansson y estaba libre. Quería conseguir un hombre muy sexy y Johnathan Rhys Meyers estaba disponible. Necesitaba que lloviera, llovía. Necesitaba sol, había sol. No pude cometer un error, no pude arruinar la película aunque lo intentara con todas mis fuerzas. Normalmente me quedo decepcionado con mis películas, pero vi Match Point y dije Dios mío, es buena. Pero la próxima vez no sé, no pasa siempre. No soy tan afortunado todo el tiempo". 
Woody Allen sobre la fortuna que tuvo en Match Point.


Para empezar, voy a destriparles la película, ejem, ésta no, sino una que Woody Allen rodó apenas tres años antes y que se llama Un final Made in Hollywood.

Bien, en esta película Woody Allen protagoniza a un director de cine neurótico, desquiciado, hipocondríaco y con problemas de amores que por culpa del estrés sufre una ceguera psicosomática y tiene que rodar toda una película completamente a ciegas. En esa labor le ayudarán su agente, un traductor de chino y su exmujer (Tea Leoni), que es la productora. Cuando al final del rodaje recupera la vista y ve el copión se de cuenta de que la película es un desastre que no tiene ni pies ni cabeza. Aun así es estrenada cosechando unas deplorables críticas y cuando él cree que es el fin de su carrera, llega su agente con un periódico y le dice:
“No te lo vas a creer pero tu película está teniendo un éxito descomunal en Francia y ya he arreglado varios contratos para que ruedes tus películas allí. Te adoran”
A lo que él contesta:
“Es increible, aquí soy un patata y allí soy un genio.”
De esta manera Woody Allen hacía una reflexión crítica de la industria americana y se pavoneaba de su éxito de crítica en Europa. En un de sus famosas frases decía al respecto:  
“Es curioso, por alguna razón me aprecian más en Europa que EEUU, supongo que allí los subtítulos deben ser realmente buenos".
Pues bien, tres años después esa admiración se convierte en financiación y comienza una etapa europea con Match Point (2005), Scoop (2006), El sueño de Casandra (2007), Vicky, Cristina, Barcelona (2008). Conocerás al hombre de tus sueños (2010) y Midnight in Paris (2011).

“Gran parte de la vida depende de la suerte. Aquel que dijo que más vale tener suerte que talento conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en que la pelota golpea la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacía delante o caer hacía atrás. Con un poco de suerte sigue hacía delante y gana, o no lo hace y pierdes.”

Con este símil entre la vida, la fortuna y el tenis, Woody Allen comienza su película. Match Point (punto de partido en castellano) se refiere al tanto que de ser conseguido en el tenis hace que ganes el partido. Si lo llevamos al nivel extremo que nos cuenta en la introducción hace decantar al ganador. O llevando ese mismo símil a la vida real nos haría variar entre situaciones tan dispares como la culpa o la inocencia.

El Woody Allen que nos encontramos guionizando y dirigiendo esta película es el más dedicado a contarnos historias sobre las personas y sus interrelaciones, ya sean amorosas o sociales. En Match Point pone a dos personajes de clase social media, el protagonista irlandés (Jonathan Rhys Meyers) y a una guapa y mala actriz americana (Scarlett Johansson) , entre la más alta clase social londinense. Una pseudo aristocracia burguesa que si te reconoce como a uno de ellos te amamanta, cuida y promociona, pero que al contrario puedes ser objeto de puro entretenimiento temporal, desechable como aspirante a su clase.

El director ha admitido miles de veces su admiración por directores como Bergman, Fellini, Buñuel, Kurosawa, Chaplin o Los hermanos Marx. En esta ocasión rinde homenaje, como ya hiciera en “Misterioso asesinato en Manhhatan” al cine negro de Perdición  (Double Indemnity, 1944) de Billy Wilder o El extranjero (The Stranger, 1946) de Orson Welles. Este nuevo registro ya lo tocaría años atrás con la que es un claro precedente formal y temático de Match PointDelitos y Faltas (Crimes and Misdemeanors, 1989). Tanto una como la otra beben de otra fuente clara de inspiración alleniana, la literatura. El director neoyorquino también ha confesado su interés en las obras de Borges, Freud y como no, Fiodor Dostoievsky y su obra, sobre todo “Crimen y castigo”. Por si algún despistado no se percatara de la clara semejanza entre su película y la obra del escritor ruso, Woody Allen nos muestra a su protagonista al poco de comenzar la historia, acomodado en su casa leyendo “Crimen y castigo” y una biografía de Dostoievsky titulada “The Cambridge companion to Dostoiseky”. Vamos, claro y en botella. Sucintamente decir que la obra del ruso trata sobra la culpabilidad que un personaje siente al haber cometido un crimen.

El tema de la película es claramente el azar, pero por el camino, Woody Allen con su estilo discursivo, (sus personajes rara vez hablan sin tener nada que decir) nos muestra las ansias por ascender social y económicamente del protagonista, pero a la vez también nos enseña una amplia gama de sentimientos humanos: amor, deseo, celos, tentación, obsesión, frialdad… Seres humanos cómodos, acostumbrados fácilmente a los placeres de la vida, pero que para mantener su status quo son capaces de lo peor. Ante la amenaza, ante un posible mal futuro hay que actuar ¿cómo? ¿preventivamente?. El protagonista tiene que jugar con reglas nuevas y adaptarse a un juego diferente. Adaptarse o perder el punto de partido, el tren de la buena vida. Aquí el interés se impone a los principios, y la ambición es el motor del personaje principal.

Lo que está claro es que con este film, el primero de los rodados fuera de Estados Unidos, Woody Allen dio la campanada y sorprendió a seguidores y detractores por igual. Cambió a la caterva de actores habituales que le acompañan por dos jóvenes, destacando la sensual Scarlett Johansson. También cambió de registro musical. El habitual jazz que suena en sus comedias y del que es aficionado dándole al clarinete, pasa convertirse en opera, más acorde a la moderna tragedia griega que nos quiere mostrar. Para los melómanos decir que la banda sonora incluye el tema "Una furtiva lágrima", interpretado por Enrico Caruso y la ópera de Gaetano Donizetti: "L'Elisir d'Amore". Al igual que varios fragmentos operísticos del Otello de Giuseppe Verdi.

Con Match Point, Woody Allen fue nominado por 14ª en los Oscar al mejor guión original, demostrando lo que decíamos antes de su estilo discursivo. Entre otros reconocimientos se le otorgó el premio de mejor película extranjera en los Goya de 2005. Como méritos a su carrera ha sido Premio Príncipe de Asturias de las Artes y nombrado Doctor Honoris Causa por una universidad catalana.
En definitiva, Woody Allen es de los directores más personales e irrepetibles, fácilmente reconocible en su prolífica obra. Otros directores serán mejores, pero no tan únicos.

JMT.
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The Hurt Locker, la mejor película de 2009 para la crítica de Nueva York



A estas alturas del curso ya empiezan a hacerse cabalas sobre cuales serán las películas mas aclamadas del presente año, llegando estas a buen puerto en febrero con los Oscars.

Como a mi no me gusta esperar, en una rutinaria investigación veo que ya tenemos acceso a las nominaciones de los Globos de Oro, que dicho sea de paso, me interesan mas los resultados de este evento que los de los Oscars. Incluso algunas pretigiosas asociaciones de críticos, como la de Nueva York, ya se aventuran a descubrir cual es la mejor película del año:

http://www.filmaffinity.com/es/awards.php?award_id=goldenglobes&year=2010

http://www.filmaffinity.com/es/awards.php?award_id=nyfcc&year=2009

Como podemos ver la película que dispara las mayores expectativas es Hurt Locker, obra independiente dirigida por Kathryn Bigelow, mítica directora que aportaba bastante al cine de género hace unos años, y que a gusto personal, ya me dejo huella con “Los Viajeros de la noche”, en un relato que probablemente guste a los admiradores y sobretodo admiradoras, de la cargante saga de Crepúsculo, y “Dias Extraños”, una acertada distopia futurista que escribió para ella el que fuera su marido, el archiconocido James Cameron que tanto revuelo esta levantando ultimamente…

The Hurt Locker sitúa la acción durante la guerra de Irak, en un seguimiento interno del trabajo que tendrá que realizar un equipo de desactivación de explosivos de élite en peligrosas misiones. Está basada en el guión del escritor Mark Boal, quien engrosó las filas de la escuadrilla de bombas del EOD en el ejército de EEUU.

La medias de criticas alcanzadas en prestigiosas paginas de cine como Rottentomatoes o Metacritic están desbordando las expectativas, se dice también que en el festival de Venecia se produjo una ovación de unos 10 minutos al terminar la proyección.

Estaremos por tanto ante el Apocalypse Now del nuevo milenio???? No puedo esperar mas a verla, de momento el trailer deja entrever que serán necesarios muchos tranquilizantes para poder soportarla…

Antonio Cristóbal

http://www.filmaffinity.com/es/evideos.php?movie_id=588031